martes, 19 de enero de 2016

ÉL ES UN HOMBRE!

Él es mucho mas que un cuerpo para que admires
o el causante de que te auto consueles y suspires,
él no vale por sus brazos donde resaltan sus venas
no eres capaz de ver que puede mitigar tus penas...

Él va mucho más allá de unas impresionantes piernas,
no imaginas que acaricia de la manera más tierna,
él vale mucho mas que un cuerpo que inspira deseo
no, no digas que no lo deseas porque en tus ojos lo veo.

Él está más allá de su abdomen marcado que te impresiona
detrás de ese cuerpo, hay una extraordinaria persona,
Él es por mucho, algo más que una impactante espalda
él es un guerrero que se rinde jamás ni se acobarda ante nada.

Él es un hombre con un cuerpo que es producto de ejercitarlo
pero no ves su interior, porque por fuera te gusta contemplarlo,
sabes que podrías pasarte las horas viendo ese extraordinario cuerpo
sin saber que si lo conocieras, podría dejar en tu vida el mejor recuerdo.

Él es mucho más que una foto digna de estar en todos los calendarios,
tú no sabes el dolor y sacrificio que implica ejercitarlo por años a diario!
él es un hombre que a todos está siempre dispuesto a ayudarlos
pero necio de ti, no lo conoces porque te empeñas en contemplarlo.

Él es muy fuerte, si, pero no me refiero a esos musculosos brazos,
él podría consolarte y hacerte sentir bien con sólo darte un abrazo,
él tiene un corazón tan noble y lleno de bondad que no le cabe en el pecho,
él es un hombre tan honesto y sencillo, que siempre se comporta derecho.

Él es un hombre con un físico impactante si, pero esa es sólo apariencia,
dentro de él hay un hombre que es un ángel, esa es su verdadera esencia,
él es un hombre, un gran ser humano, excelente hijo, hermano y amigo,
¿Que cómo lo sé? Es muy sencillo, porque lo conozco, por eso hoy lo digo!

Él es todo un hombre y en sus venas corre la sangre de un campeón,
él es un hombre que es perfecto dentro de su propia imperfección,
el día que dejes de llevarte por su cuerpo, cuando descubras a ése hombre,
ese día, escúchame bien, solamente hasta ese día, es que te diré su nombre!


Sagid









NO ME CONOCES...

Y dices que no me conoces...

Pero si hasta hace poco te estremecías en mis brazos
decías que sin mi amor, tu vida se caería en pedazos,
que yo era el único que sabía hacer vibrar tu cuerpo
el que había despertado en ti la pasión y el deseo...

Y dices que no me conoces...

Pero hace sólo unas noches que dormías en mi lecho,
te entregabas al placer para descansar luego satisfecho,
te gustaba dormir dejando tu cabeza encima de mi pecho
para despertar y hacer el amor como si no lo hubiéramos hecho...

Y dices que no me conoces...

Pero si te estremecían mis besos y te ahogabas en gemidos,
que me amabas como un loco me susurrabas a los oídos,
que no sabías como habías vivido sin haberme conocido,
tu entrega era real, yo no creo que solo hayas fingido...

Y dices que no me conoces...

Pero si apenas hace días decías que yo era tu vida entera,
llorando me dijiste que de lo que dijeran de ti no lo creyera,
ahora entiendo a que te referías cuando me dijiste eso,
por algo saliste de mi vida dándome solo un rápido beso...

Y dices que no me conoces...

Pero si hasta llorando me dijiste que jamás me olvidarías,
que yo era con quien querías estar el resto de tus días,
que todo lo que ibas a hacer después me lo explicarías,
nunca imaginé que eras casado, qué callado te lo tenias!

Y ahora no me conoces, pobre de ti, en verdad, pobre,
engáñala a ella y a todos, niega que amas a otro hombre!

Sagid

ESE LUNAR

Me dijiste susurrando, "tengo un secreto escondido,
es un lunar en, salva sea la parte, pero mejor no te lo digo"
Así comenzó mi pena, me diste el más cruel de los castigos,
¿dónde estará ese lunar? Me preguntaba al estar contigo...

¿Lo tendrá en su hombro, que parece de dios griego?
ese hombro tan varonil que hace voltear hasta a un ciego.
pero no, no creo que sea ahí se encuentre dicho lunar
ah, ese lunar, que se ha vuelto en la causa de mi penar!

Quizás lo tenga en cuello, cubierto por esa barba incipiente
ese cuello que invita a ser besado y acariciado tiernamente,
puede ser, pero no, de estar ahí,hace tiempo que lo habría visto
pues las ganas de besar y acariciar ese cuello, nunca resisto.

¿Y que tal si ese lunar lo tuviera en un lugar más clandestino?
si, puede ser que lo tenga donde la espalda pierde su camino!
te desnudaría lentamente, para darte la vuelta y poderlo mirar,
ah, cierro los ojos y me imagino acariciando ese bendito lunar.

Aunque puede ser también que tenga en el pecho dicho lunar,
ese pecho duro sobre el cual disfruto tanto mi cabeza reposar,
no, en ese placentero pecho no se encuentra el lunar.
creo que es un poco más abajo donde tendré que buscar...

¿Y si se encontrara justo en el ombligo ese lunar de mi tormento?
ese hoyuelo tan sensual donde amo jugar con mi lengua en todo momento,
si, ese hoyuelo coqueto bien puede ocultar el lunar mencionado,
pero no, lo he besado tantas veces y ya se lo hubiera notado.

No quiero pensar que el lunar esté en un lugar prohibido,
¿estará en el nacimiento de su miembro o más escondido?
¿Será posible que esté detrás de? No puedo decir el nombre
me sonrojo de pensarlo, quisiera verlo ya aunque me asombre!

Dímelo tú por favor, aclárame donde tienes el bendito lunar,
acaba con este suplicio, mira que ya no quiero pensar mal...

Sagid

DOS MARIPOSAS BLANCAS

Dos mariposas blancas en tus labios se posaron,
se refrescaron en tu lengua y enseguida se alejaron,
quedaron suspendidas unos segundos en el aire
indecisas entre seguirte acariciando o mejor retirarse.

Dos mariposas blancas se posaron sobre tu cabello
y con sublime ternura, te depositaron un beso,
volaron muy despacio, mientras recorrían tu cabeza
con sus ojos enamorados, admiraban tu belleza.

Dos mariposas blancas tocaron tu frente y bajaron a tu cuello,
te recorrían muy despacio, porque se sentían en el cielo,
es que las atraía tanto el dulce aroma de tu piel,
que se sentían como las abejas disfrutando la miel.

Dos mariposas blancas se posaron sobre tu pecho...
Al llegar a este punto, te estremeciste en mi lecho,
con voz trémula, que enronqueció por el ardiente deseo
susurraste "continúa por favor, ahhh cuánto te quiero"

Dos mariposas blancas rozaron la dureza de tu bajo vientre,
al sentirte temblar, desearon permanece ahí por siempre,
arqueaste tu espalda, invitándolas a seguirte acariciando,
a estas alturas, el deseo por ti me estaba matando...

Dos mariposas blancas recorrieron palmo a palmo tu cuerpo,
quemándose sus sutiles alas con el ardor de tu fuego...
Dos mariposas blancas que entre mis manos nacieron,
te llenaron de caricias y en tu ardiente interior murieron...






Sagid