LA PUTA VIRGEN

-María... María... ¿Me estás poniendo atención?

-Disculpa Lucía, ¿qué me decías?

-¿En qué piensas amiga? te decía que nos vamos a reunir todas las chicas de catequesis en casa de Tere, su mamá quiere que le ayudemos a adornar la casa porque mañana llega su hijo mayor después de estudiar leyes en otro estado, imagínate, es todo un abogado y dicen que está guapísimo y Tere le ha hablado de tí...

-Ay Lucy, no sabes cuanto lo siento, pero no voy a poder ir porque...

-Pero si tus papás no están, anda, dí que sí, hace muchos sábados que no te reunes con nosotras.

-Amiga, creéme que me encantaría acompañarlas pero de verás no puedo, tengo una tía enferma y quiero aprovechar que mis padres andan de viaje para ir a visitarla, vive en otra ciudad y me tengo que ir temprano para que no se me haga noche en el camino, ya sabes que no me gusta andar sola de noche.

-Bueno, si es así está bien, es mas, si quieres te acompaño...

-No ¿cómo creés? pobre de Tere, ya sería mucho que faltáramos dos de sus amigas, vé y discúlpame con ella por favor.

-Está bien amiga, por favor cuídate mucho y nos vemos mañana.

Por fín me dejó sola ésta tipa, no sé cómo hago para aguantarla, tengo que darme prisa porque aun me faltan algunos detalles que arreglar de mi vestuario, la última semana el tipo me rasgó el manto y necesito coserlo, nunca pensé que iba a tener tanto éxito que me vistiera así, no cabe duda de que a los hombres los vuelve locos la idea de poseer a una virgen, pobres ilusos.

Bueno, pues ya estoy aquí, el lugar como siempre se encuentra a media luz, la sala amueblada dá la sensación de estar en una casa, sofás acojinados de terciopelo color marrón, cuadros con pinturas de frutas, las mesitas con su respectiva lámpara, la mesa de centro con un arreglo floral y un refractario con algunos aperitivos... todo un disfraz para ocultar el negocio... Por supuesto que el dueño tiene mucho cuidado a la hora de seleccionar a los clientes, sólo hombres con mucho dinero pueden darse el lujo de venir a este lugar, me pregunto, ¿cuánto les cobrará a cada uno?... Bueno, qué importa, a mí me paga bién y además algunos hasta me dejan dinero extra...

-¿Lista Mary? me pregunta doña Leonora, la encargada de atender a los clientes mientras deciden cual chica quieren.

-Por supuesto Leonora, ¿cual hombre es el que quiere estar ésta noche con la virgen?

-Vaya que tuviste una idea genial al vestirte de virgen, cada vez son más los hombres que quieren estar contigo, eres la sensación del local muñeca, claro que te ayuda mucho tu apariencia, tienes piel delicada, morena, eres bella y de aspecto inocente, ninguna chica podría portar ese atuendo como tú.

-Bueno bueno, gracias por tanto halago pero vamos que el cliente se va a desesperar.

Ésta noche corro con mucha suerte, me ha tocado un cliente jóven, no creo que pase de los treinta, es bastante guapo, se nota que va al gimnasio a juzgar por su cuerpo y por la ropa que viste es evidente que tiene mucho dinero... hoy sí voy a disfrutar entregarme al sexo, lo voy a volver loco de placer para que me deje más dinero.

Uff qué noche pasé, el tipo resultó ser un magnífico amante, lástima que no se despidió de mí, no creo que vuelva a verlo ya que nunca he repetido con el mismo cliente.

Estaba a punto de salirme del cuarto cuando ví en el buró una nota:

*Gracias por tan buena noche de placer, eres una experta en la cama, te elegí a tí porque te pareces a una amiga de mi hermana a la que conocí en una foto, pero te pareces sólo en el físico, porque mientras ella es catequista, tú eres una puta*

Sagid
(Ben Guillén)


Code: 1005146291885